- Otro de estos sueños increíbles en los que me levanto, lo recuerdo todo... vacas volando, se oyen disparos, y Schwarzenegger... me querés decir ¿Qué hace Schwarzenegger en mi sueño? ¿No se te ocurrió nada mejor? ¿Vacas volando? ¿No podías mandar unas hadas, pegasos, mariposas? No. ¡Vacas! ¿Y así pretendes que te de bola? Ya empezamos mal...
- Es un sueño se supone que tiene que haber incoherencias... A mi me pareció genial... Bueno ¿Fuiste? o te dio miedo y no fuiste nada.
-Si, vengo de ahí. ¡Como si fuera tan fácil! A todo el mundo le encanta opinar y decir lo que tenés que hacer y como lo tenés que hacer. Y no se puede llorar, porque qué va a decir la gente. Lávate la cara, mostrate fuerte... ¡Aquí no ha pasado nada! Ya sé lo que me vas a decir... que me quede tranquila, que no soy ni la primera, ni la única... y blah,.. blah.., blah...
-¡Ah si! ¿Cómo sabías? ¡Era justo lo que iba a decir! sobre todo lo del "blah... blah... blah..."
-No encuentro motivo, no le encuentro sentido a todo esto...
-Tenés que hablarlo con alguien. No podés seguir callando. Se va a convertir en un miedo gigante si no lo expresás.
-¿No lo estoy hablando con vos acaso? ¡Si a vos te encanta opinar! ¿Qué pasa? ¿Sin el Whisky y el habano no se te cae una idea? ¡Deja! ¡Deja! que yo me arreglo solita.
-¡Bueno pará! ¡Bajame esos humitos!
-Es que ya intenté eso de contarle a las plantas... La que me cae mejor es el jazmín, pero por lo menos con vos tengo algún tipo de respuesta... Ponele... ¡Vacas volando! No te la puedo creer...
-Las plantas no te contestan, pero es mejor que nada. Porque así los pensamientos se organizan para ponerlos en palabras.
-Bueno dejemos esto por hoy, me voy a acostar y te voy a pedir por favor que no aparezcas en mi sueño, porque el horno no está para bollos. Además me das cada susto. Esta mañana leí una publicación en Instagram... ¿Adivina qué? Schwarzenegger durmiendo en la calle, a lo indigente... no era un “homeless” de verdad, estaba haciendo una especie de protesta...[1] Pero igual ¡Que coincidencia!
-Haceme caso una vez... una por lo menos. Tenés que hablar o te va a repercutir en el cuerpo.
-Pero no sé por dónde empezar. Bueno me voy a acostar, me siento exhausta. Espero poder dormir algo...
-Que descanses, yo también voy a descansar. ¡No te preocupes no había pensado en aparecer en tus sueños!
-¿Qué me pasa? ¡No puedo respirar! Me falta el aire! ¡Estoy toda transpirada y el corazón va a mil! ¡Me siento morir! ¡Por favor que alguien me ayude! ¡Me da vuelta el mundo! ¡No puedo más! ¡Me quiero ir! ...donde nadie me encuentre. ¡Mejor voy al baño! ¡Tengo miedo!
-Tranquila, no te vas a morir. Respirá hondo. Inhala y exhala. Tratá de no hiperventilarte que es peor.
-Está bien... ¡Ya sé! Que no me voy a morir, pero por un segundo pensé que sí... Y todavía estoy agitada. Te voy a hacer caso, me mojo la cara y cuento hasta diez mientras inhalo profundo... Y me quedo sentada acá un rato. ¡Vos ganas! no puedo seguir así...Hasta acá llegué. Lo voy a hablar y no con las plantas ¡Qué horrible sensación! Creí que me moría.
-¡Ay que cabeza dura resultaste! ¿Cómo me haces renegar? ¡Empezá Yoga!
-¿Yoga? Bueno. ¿Me perdonás? Pero por favor dejemos las vacas voladoras y a Schwarzenegger para otro, que yo no quiero saber nada con eso.
-¡Nah! Eso ya fue. Qué loco este Schwarzenegger… dormir frente a su propia estatua ¿No?[2]
[1] Recuperado de: https://www.instagram.com/p/B8gL2e4pNSM/?igshid=bo10v70d3yym [2] Ibidem