28 de febrero de 1999
Cuando suspiro, te recuerdo.
Y te extraño cuando te sueño.
Si escucho tu voz, tiemblo de emoción.
Lloro a más no poder, porque se me rompe una ilusión.
Quizás seas solo una fantasía en mi corazón.
O el príncipe azul de un cuento.
Quizás viva perdida entre mil historias sin razón.
O entre mil canciones de amor.
Quisiera conocerte y no solo idearte.
Quisiera verte y no tratar de imaginarte.
Quisiera tenerte y no esperar el momento de encontrarte.
Quisiera que me busques y no buscar una excusa para hablarte.
Pero todo eso que quiero, forma parte de mi mente.
Pero todo eso que espero, no termina como un cuento.
Cuando sueño con tus besos, recuerdo los de otro.
Y espero una caricia, de la cual ni el destino tiene noticias.
Cuando vea que te vayas, dándo la espalda a lo que siento.
Voy a dejar que te alejes, amándote en silencio.
Y quizás vea llegar a otro, redactado el final de un nuevo cuento.
Con el príncipe azul de mi vida, o el mendigo de estos sueños que invento.